La adolescencia de su niño o niña es el tiempo apropiado para usted comunicar puntos esenciales acerca del sexo. En estos años usted tendrá el privilegio y la responsabilidad de enfatizar las maravillosas noticias acerca de la sexualidad. Dios diseñó el sexo para traer nueva vida en la existencia, para engendrar un lazo poderoso entre el esposo y la esposa y para ser intensamente grato. Es un obsequio maravilloso, extraordinario y poderoso que merece de ser tratado con respeto y formalidad. Información sobre el sexo puede ser explorada y puede ser nutrida hacia nuestros hijos sin sensación de culpa o temor. No hacerlo podría traer consigo consecuencias graves. No enseñar a sus hijos usted mismo acerca del sexo puede traer desilusión, enfermedades y planes frustrados de las vidas de sus hijos e hijas.
Su adolescente, que está curioso y sumamente interesado en el sexo, necesita un padre y una madre que sí entienden los beneficios y los riesgos que pueden traer como consecuencia no permanecer sexualmente puros hasta el matrimonio.
fuente: Ministerio antes del fin
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