|                                      En lo que parecía ser una noche de regocijo para los esposos evangélicos Elisa Muñoz, de 33 años, y Joel Díaz, de 37, se convirtió en una masacre tras recibir una lluvia de tiros, y perder la vida en Villa Altagracia, a manos de seis agentes de la Policía.   El suceso provocó indiganción en la sociedad, incluido al presidente Luis Abinader, quien condenó el hecho y ordenó el sometimiento a la justicia de los seis policías que accionaron sus gatillos.   "En este Gobierno, la vida humana es sagrada y no vamos a tolerar que la violencia nazca de las propias fuerzas que deben combatirlas", dijo Abinader de forma molesta en el Palacio Nacional.   El jefe de Estado se comunicó directamente con las familias de las víctimas, a quienes les pidió perdón en nombre del Estado.    Los cadáveres serán entregados este jueves a sus familiares.   —Diario Libre                              |                       
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