Cuando entre el polvo del Sahara te veas Les voy a ser muy franca. Yo no sé ustedes, pero vine a escuchar del dichoso polvo del Sahara hace solo unos años. Antes de eso, era solo calor, sin apellidos. Ahora es calor con polvo. Calor del desierto mezclado con humedad del Caribe. Calor del demonio que da alergia y pone los ojos llorosos. Un dichoso polvo africano que viaja más de diez mil kilómetros y entra como los vecinos y los turistas, sin permiso y sin PCR, dejando el cielo brumoso, el sol opaco y la misma sensación de un pollo al carbón en vitrina. Leer más |
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